jueves, 18 de septiembre de 2008

Canción de amor (Lisandro Aristimuño)


Pido que las noches no se quiebren en tu luz
y que las ventanas sean grandes para el sol.
Cuando los almendros no se pasen de estación
buscaré más flores para darte mi canción de amor.

Pido atardeceres en los cielos de Beltrán
y que tus mañanas siempre sean para hablar.
Cuando los jardines no se pasen de estación
buscaré más flores para darte mi canción de amor.

Y si vos querés te voy a buscar
para que los días no se vayan sin pensar.
Y si vos querés te voy a buscar
y dejamos los caminos libres de humedad.

Pido tu mirada más alegre para mi
y que toda el alma se disuelva en el amor.
Cuando los almendros no se pasen de estación
buscaré más flores para darte mi canción de amor.

Y si vos querés te voy a buscar
para que los días se nos vayan sin pensar.
Y si vos querés te voy a buscar

y dejamos los caminos libres de humedad.

1 comentario:

sobaco de cobra dijo...

aun quien se arrastra vivo debe andar enfelizado por su amor digo como si fuera esto una cobra tanto como ser mas un detalle un sobaco con olor a pasto


te dejo uno de juarroz

El poema respira por sus manos,
que no toman las cosas: las respiran
como pulmones de palabras,
como carne verbal ronca de mundo.

Debajo de esas manos
todo adquiere la forma
de un nudoso dios vivo,
de un encuentro de dioses ya maduros.

Las manos del poema
reconquistan la antigua reciedumbre
de tocar a las cosas con las cosas.